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¿Crees que el Lobo Feroz siempre fue tan malvado? ¡Claro que no! Este álbum infantil cuenta con mucho humor el posible origen de su fiereza y ayuda a los más pequeños a desmitificar y perder el miedo al malo malísimo de los cuentos.


El Pequeño Lobo se aburre en su casa y decide ir a buscar a sus amigos los Tres Cerditos. ¡Pero viven un poco lejos! Para el viaje en ascensor de los 47 pisos que separan sus casas, el lobezno se lleva un montón de provisiones, ¡pero le duran muy poco tiempo!  


Pronto empiezan a entrar vecinos en el ascensor: el Conejo de Alicia, Mamá Oca, los Siete Cabritillos... y el Pequeño Lobo comparte su comida con todos ellos hasta que no le queda nada. Esto hace que se enfade mucho, pero mucho de verdad y, al llegar a la casa de los Tres Cerditos, dé un grito y un soplido que provoque que se vuelen los cimientos del edificio.  


Desde ese momento, el Pequeño Lobo pasa a ser… ¡El Gran Lobo Feroz!

CUANDO EL PEQUEÑO LOBO SE CONVIRTIO EN EL GRAN LOBO FEROZ

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¿Crees que el Lobo Feroz siempre fue tan malvado? ¡Claro que no! Este álbum infantil cuenta con mucho humor el posible origen de su fiereza y ayuda a los más pequeños a desmitificar y perder el miedo al malo malísimo de los cuentos.


El Pequeño Lobo se aburre en su casa y decide ir a buscar a sus amigos los Tres Cerditos. ¡Pero viven un poco lejos! Para el viaje en ascensor de los 47 pisos que separan sus casas, el lobezno se lleva un montón de provisiones, ¡pero le duran muy poco tiempo!  


Pronto empiezan a entrar vecinos en el ascensor: el Conejo de Alicia, Mamá Oca, los Siete Cabritillos... y el Pequeño Lobo comparte su comida con todos ellos hasta que no le queda nada. Esto hace que se enfade mucho, pero mucho de verdad y, al llegar a la casa de los Tres Cerditos, dé un grito y un soplido que provoque que se vuelen los cimientos del edificio.  


Desde ese momento, el Pequeño Lobo pasa a ser… ¡El Gran Lobo Feroz!

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